ES-TELA-MI MADRE
Estela creció en Villavicencio. Estela es mi madre. Creí que murió cuando yo tenía 6 años. Ella es la ausencia de mis días. Solo tengo un par de datos y la historia de mi padre de lo que fue ella. Mi tránsito es la búsqueda de tejer su pérdida. Busco el camino que ella recorrió, un viaje al encuentro del origen. Mi madre es un recuerdo de aquel primer territorio, un llamado al encuentro con los Llanos y el Amazonas, caminos que ella habitó en su infancia. Mujer indígena, madre autónoma como yo.
Aún no encuentro su tumba. Cada gesto es el intento de acercarme a su sombra. Estela, mi madre, es una necesidad vital de trazar su cartografía. Es el deseo de conectarse con sonidos y plantas ancestrales a través de un mapa vivo que me llama a sentir y cuidar la tierra y las aguas.
Aún no encuentro su tumba. Cada gesto es el intento de acercarme a su sombra. Estela, mi madre, es una necesidad vital de trazar su cartografía. Es el deseo de conectarse con sonidos y plantas ancestrales a través de un mapa vivo que me llama a sentir y cuidar la tierra y las aguas.